El historiador alemán Rainer Karlsch anunció que ha encontrado evidencia suficiente para demostrar que los nazis estaban a pocos pasos de crear su propia bomba atómica.
Según Karlsch, los científicos nazis habían experimentado con pequeños prototipos de una bomba atómica en la isla de Rügen, en el Mar Báltico, y en el actual estado federal de Turingia entre fines del año 1944 y principios de 1945.
Para probar la eficacia del arma, al parecer los científicos hicieron hecho llevar a centenares de presos de guerra y prisioneros de campos de concentración, que murieron durante el experimento.
Las investigaciones de Karlsch están respaldadas con documentos inéditos del servicio secreto ruso, anotaciones de los científicos involucrados en el proyecto y análisis del terreno donde fueron arrojadas las bombas.
Ya Albert Einstein le había advertido al gobierno estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial sobre la necesidad de desarrollar la bomba atómica antes que lo hicieran los nazis.
Albert Einstein le advirtió a EE.UU. que debía terminar la bomba atómica antes que los nazis. Las declaraciones de Einstein, que hasta 1934 trabajó en la Academia Prusiana de Ciencias de Berlín, quedó siempre como un inquietante indicio de que el científico sospechaba de las actividades de sus ex colegas alemanes.
La autoridad mundial en el tema, el estadounidense Mark Walker, declaró como "muy convincentes" las pruebas aportadas por el historiador alemán.
Karlsch afirma además que encontró en las cercanías de Berlín el primer reactor nuclear alemán capaz de funcionar, además de los planos de un proyecto de patente para una bomba de plutonio que dataría de 1941.
Hasta ahora se especula qué tan potente habrían sido esas bombas arrojadas entre los años 1944 a 1945 en el suelo alemán.
La mayoría de los expertos creen en todo caso que el prototipo estaría lejos de ser tan poderosos como las bombas atómicas arrojadas en Nagasaki e Hiroshima por los Estados Unidos en 1945.
Un poco más de tiempo, sin embargo, le habría bastado a los nazis para disponer de una bomba comparable a que cayeron en Japón.
El 8 de mayo de 1945 el ejército alemán presentó su rendición incondicional frente a los aliados.
La totalidad de las investigaciones de Reiner Karlsh aparecerán en el libro "La Bomba de Hitler" que el historiador presentó el 14 de Marzo del 2005 en Berlín.
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