Aviones furtivos norteamericanos de última generación: el TR-3B.
Fotografiado por Google Earth sobre Australia.
También fotografiado en varias ocasiones en Bélgica durante los años 1989 y 1990.
Estas aeronaves son de gran tamaño, de 60 a 70 metros de longitud, no poseen estructuras de sustentación y propulsión, no emiten sonido, efectúan extraordinarias maniobras que vulneran las leyes aerodinámicas, vuelan a gran velocidad y de permanecer suspendidos por largo tiempo a menos de 50 metros de altura, girando en algunas oportunidades sobre su propio eje.
En 3 seg. pasan de 1.067 Km/h a 1.890 Km/h, una aceleración tan elevada que ni siquiera el ordenador puede registrar sin producir la onda de choque que caracteriza la superación de la barrera del sonido (en el aire a 360 m/seg.). Desciende de 3.000 m. a menos de 1.400 m. en unos cuantos segundos.
Algunas veces estas naves vuelan a muy baja y peligrosa altitud, muchas veces a través de áreas pobladas.
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